5/04/2008

Continua y suave, constantemente discurriendo sobre los cuerpos expuestos. Deshaciéndose de lo muerto, reconciliando lo nuevo y lo viejo. Mientras escucho me dejo llevar hacia otras calles, a otros rincones que mis pies conocen bien, y también a otros que son favoritos de mis manos.

Escucho cómo el ciclo de revitalización se prodiga en sus sonidos y conquista mi olfato. Huele la piel de la tierra, su corazón, y las plantas y las hierbas también vuelan en vigor de clorofila y verde oscuro y otro brillante, según imperen sombras o emisarios erguidos, tiesos de acero, de la luz en el jardín.

La noche cerrada de nubes negras, risa de esperanza al crepitar característico, único, al burbujear fugazmente. Derramando un llanto que es una melodía.

Afuera llueve.

1 comentario:

Ana dijo...

Hola! Me he pasado por tu blog mediante el de "soñadora empedernida" y, te digo, que ha merecid la pena...

Escribes realmente bien y nada, quería comentarte por ello. Creo que utilizas genial los adjetivos y la forma en general.

Me gusta mucho.

¡Un beso!