5/25/2006

Joker a baraja oscura de sangre palpitante. En jaque al corazón la reina tiembla, mi esencia se tambalea y al aire le canto la partida perdida.

Sobre la mesa quedan vueltas las cartas de tu victoria, tu mano ganadora, la pérdida de mi cordura. Ciego de locura ataco cuanto me rodea, ya no tengo mundo, perdí en tu mirada mi vista.

En honor a esta tarde titulo joker a mi desesperación, si ya no me queda nada más que mi palabra, si no mi gramática apócrifa para reafirmar mis creencias.

Y qué si mis creencias empiezan a derivar hacia tus sonrisas, qué más da que acabe al despertar... Aunque cambiaría la luna de sitio porque durase más allá de mi retornar a la consciencia.

Tal vez mis manos sean más que dedos, tal vez la lengua de mi alma, la voz de mis silencios, los silencios que transmuto en sonrisas cuando siento que sonríes, cuando percibo que escapa el aire jovial de tus pulmones rozando tus labios de afrutado carmesí.

Pero, dónde queda este cuerpo, y la piel ávida de esperanza a sus órganos sedientos de libertad. Dónde quedo yo, ahíto de sueños, ahíto de soñarte soñando, de quererme siendo. De que pienses en mí.

5/23/2006

Al dejar que la oscuridad se cierna se podrá contemplar con más claridad la iluminación de la luz. Las estrellas profetizan caos pero, por ahora, este aire trae a sus espaldas una amalgama de aromas que abren una puerta al recuerdo.

Cargada de olores a infancia la brisa tiembla en los portales, y en mis párpados entra el vaticinio del verano blanco e imprevisible. Esta brisa enfría los sueños que se intentan escapar de la cabeza a la calle a través de la ventana abierta.

No quiero imaginación para la esperanza sino músculo y trabajo, no es fácil mantener la primavera en los adentros ya que el otoño acecha, y el invierno se cuela a robar calor de nuestras pasiones. La ilusión cobra fuerza, y se crece en este cielo cian de atardeceres rojos, la posibilidad gana enteros en seriedad para cumplir.

No hay un motivo. Estoy, sin más, contento. Es una sensación grata ya que da la impresión de que es gratis.

5/18/2006

Quiero liberar mi estómago mientras dibujo tu rostro con palabras, mientras las letras bailen al son de tu danza, al ritmo cadencioso e imperturbable de tu pulso temblarán las voces de mi garganta. Dando color a tu piel, dando pigmentos a tu alma.

Sobre papel dibujaré tu esbozo inconcluso que terminaré con trazos difuminados de sentimientos confusos y de magia que altera mi calma. Te dibujaré con palabras y, puntuando con sonrisas a cada pausa, llenaré de color tus ojos y tus miradas de mi cuerpo desnudo, de mi espíritu infantil y tímido.

Y cuando termine observaré lo que ahora observo y veo que despierta algo en mis adentros que seguramente sea miedo. Tal vez euforia, pero en tu sonrisa veo una confidencia que no revelaré por temor a perderla. Sin embargo es tan espléndida que me resulta imposible callarla.

Todo esto plantea un dilema. Debo dejar que no se sepa y permanecer furtivo a la espera del segundo en el que nos encontremos o, quizás, debiera no intentar esconderme entre este mar de palabras con las que quisiera darte la forma perfecta para que fueras mía.

5/17/2006

Formularé una pregunta para la que no hallaré, tal vez nunca, respuesta alguna. ¿Por qué te siento tan mía? Fuera de mí existe un universo ajeno al que solo puedo llegar cuando trasciendo mi existencia.

Es cuando sueño cuando más cerca te siento, es cuando sonríes cuando más te aproximas a mí. ¿Por qué te siento tan mía? Si apenas la vida es un suspiro y los sueños una realidad al margen de la que conocemos. Solo un recuerdo vago, borroso y sorprendente.

Al margen de cada despertar, de cada vez que duermo y de todas aquellas en las que sueño, te noto tan mía, tan propia, y a la par tan extraña, que creo en la posibilidad de que la existencia de uno por otro sea meritoria de consideración.

¿Por qué te siento tan mía? No lo sé... Y sin embargo no tiene nada que ver con las burbujas de lúpulo y malta fermentada que recorren mi sangre. Solo me intriga saber si cuando despierte estarás, de nuevo, ahí.

5/09/2006

Ha cruzado la puerta y al otro lado observa la oscuridad que ha dejado atrás. Un paso, o dos, por delante marcan la diferencia abismal de nuestra ignorancia.

Una poesía maldita, un cantar apócrifo, un verso ruin. Pero nosotros nos quedamos y el contemplar las almas errantes convirtió nuestros corazones de viva miel en resina seca, en lacra del pino de tronco azul y copa de esmeralda.

Está donde es, somos donde no está.

5/08/2006

Sé que tan apenas sé quién eres y sé, mucho mejor aún, que no sabes quién soy. Tan solo, quizás, una gota de tinta que se escurre por la pluma confidente, por la esencia vital del poeta floreciente de ilusión. Juro que podría quererte.

Tan solo, quizás, un suspiro que asume la levedad de su existencia, de lo efímero que es, y arranca del pecho la fuerza necesaria para continuar pensando con el corazón sintiendo con el cerebro y, de vez en cuando, alternar el rol de cada uno.

Una estrella muriendo en un destello azul, deslumbrando calaveras ciegas en sus cuencas y hambrientas de historia, hartas y saciadas de recuerdo. Soy la piel seca que anuncia la cicatriz deseada; el sueño del despertar oscuro, una lágrima que baila en tus pupilas pero que no se atreve a rodar suicida por tu mejilla. Deseando rozar tus labios.

Tal vez no me creas pero no puedo evitar camuflar mi superficialidad carnosa tras un misticismo oculto. Mi debilidad será confiar, mi miedo no ser inmortal, soy simple sin más, me gustaría no morir, no asumo la idea de que mi cuerpo se pudrirá en el vórtice cruel y oscuro del tiempo aciago.

Solo me queda la esperanza y la certeza. La certeza de que puedo asegurar que te amo con todas mis fuerzas. La esperanza de que algún día sabré que sabes que soy yo, esa gota de tinta, esa estrella que muere en un destello azul deslumbrando calaveras o, por ejemplo, un suspiro resignado que arranca la fuerza necesaria del corazón quien posee la certeza de que puede asegurar que te ama.

5/07/2006

Después de una ingeniosa literaturización y de la aproximación existencial al misterio de la vida y de vivir, observas que existe alguien que te añora, o te anhela, o te echa de menos y te quiere. Al margen de pertenecer a la raza más cruel e irrespetuosa, de ser miembro de la protagonización de la barbarie, aún puedes sentir.

Y me avergüenzo de ser humano por la brutalidad inherente a esta condición... Pero aún puedo escribir palabras y dibujar sentimientos en paredes blancas, en sonrisas amarillas o en ojos de salitre transparente.

Somos la oscilación de la maravilla a la vergüenza. Somos humanos, salvajismo, sangre, e inteligencia; sueños, ilusión e indiferencia.