2/16/2006

Este aire tibio revivirá a los muertos que dejó el invierno, este aire impregnado de aroma a recuerdo, lleno de ilusión; la temperatura es magnífica. Se prepara la Tierra para parir a sus vástagos de verdor imprescindible, las nubes se presentan anunciándose cargadas del fertilizante milagroso que fecundará la vagina vital de Perséfone.

Mañana clara de cielo azul pálido que despunta desde mi alma, la cual siente envidia de mis entrañas, de mi corazón y mi garganta; para regocijarme en risa, es mi espíritu quien canta.

Vamos, despierta, es un amanecer perfecto, un derroche de oro en destellos mezclados en tus ojos, yacimientos profundos de plata líquida y fundida. Despierta, pequeña hada, que mi algarabía se sume en locura y ceguera. Venga, ¡ despierta ! Que en esta mañana de febrero ya se anunció la primavera.

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