12/31/2005

Debo reconocer que después de todo habrá que darte las gracias. Nadie sabe si existes en realidad, cada uno da una versión, cada uno te da una credibilidad propia, un altar personal, un santuario arcano e inalienable.

Digo que habré de darte las gracias porque por curioso que parezca, y cuando todo parecía superficial y estúpido, he tenido la oportunidad de ver algo que puede parecer superficial y estúpido pero que a mis ojos ha sido impresionante.

Desde los pozos de la inmundicia digital, en los arrabales de internet, en un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme, se juntó la gente de peor calaña del mundo. Atraídos por su curiosidad, su lo que fuera, su motivación particular, acabamos juntos en algo.

Eso, evidentemente, sí es estúpido y superficial. Lo mágico, porque no tiene otro nombre, es ver cómo el que parece más desagradable intenta hacer que alguien "cercano" a nosotros, y presa de los daños colaterales de la puta huésped esa que llamamos tristeza, sufra lo menos posible haciendo todo lo que está en su mano para aliviarla.

Cierto, es chica. Y como fuere, desde el punto en que con la tontería todos qusimos echarle un polvo, hoy nos mueve mucho más demostrarle una "amistad", eso sí sin apartar la posibilidad del polvo para qué íbamos a negarlo.

No creo que sea algo altruista, ha sido algo natural. Desde el más absurdo de los rifirrafes (o como se escriba) hasta la más profunda y sincera de las declaraciones se ve el objetivo. Ver que ella mejora, aunque sepamos que no es la principal afectada.

Luego está él, mi "Tyler Durden" particular... El tronco duro que me mantuvo firme a base de palos y, que sin sentido y a saber por qué hoy le dedico una gratitud absurda, rudeza. Pudiera ser un juego, pero ha habido ocasiones en las que ha demostrado ser una persona de buen corazón... Dicen que suelo confiar ciegamente en las personas, lo que no saben es que pocas veces me equivoco al hacerlo... Es solo suerte, pero da lo mismo.

Luego está el otro él, al que no diré nada.. Porque no hará más que depotricar de este ladrillazo adornándolo con un sonoro "cabronazo". Sé que sabe qué pienso de él, y a pesar de todo creo que es una buena persona. También puede que no pueda permitirse que se sepa, así que lo dejaremos en un "creo" neblinoso y dificilmente afirmable, dejémoslo en un algo existente pero intangible.

También está ella, por quienes todos han dejado de lado lo que fuera, dentro de un grado mayor o menor, por atenderla. Y no, no tiene nada que ver con asegurarse un polvo en las playas de la costa daurada después de haber comido pescado crudo en un restaurante japonés de los más caros. No tiene nada que ver con eso, a mi entender por supuesto.

Y, evidentemente, está Ella. Mi rayo de luz en mi medio sombrío. Está para darme un reposo que no encuentro en otra persona, otorgando un descanso distinto a todo. Dándome un éxtasis emocional que protejo y cuido solo para mí y para dárselo en un valor recíproco.

Sé que está enamorada y que no es de mí, pero sabemos que lo nuestro tiene muy poco que ver con ese tipo de amor. Somos dos mitades tan distintas que acabamos formando un algo igual. Da lo mismo, Ella me entiende.

Así que por eso creo que debo darte las gracias, Dios o cualquiera que sea tu nombre. Porque a pesar de que la adversidad esté presente y a pesar de que debamos guardar silencio en honor de la magia para que ésta no se esfume, debo darte las gracias por no olvidarte de incluirla en este mundo que, cuanto menos, tan curioso es.

PD: Pido perdón por si me he tomado ciertas libertades a la hora de explicar esto, pero si no lo hago reviento.

No hay comentarios: