Soñaba con un orgasmo en pareja pero estaba condenado al sexo en solitario. Apostó por la brevedad, por lo austero sin adornos, y cayó en la precariedad del acabar antes de empezar. Lo encontraron dentro del armario, con una soga en torno al cuello y una moradura enrojecida.
El hijo de puta aún tuvo la puta desfachatez de dejar una nota de despedida. Cobarde de mierda.
El hijo de puta aún tuvo la puta desfachatez de dejar una nota de despedida. Cobarde de mierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario