- De verdad, no entiendo por qué te molesta tanto. Solo es un juego.
- Porque nadie juega limpio, es una mierda.
- Si no fuera así, no tendría emoción.
- No quiero emoción, quiero estar tranquilo.
- La única forma de estar tranquilo es acabar de jugar a su debido tiempo. Pero quién sabe, igual si interrumpes la partida tengas suerte.
- Está bien, qué me propones.
- Ahí tienes la ventana.
- ¿No me deseas suerte?
- No tengo deseos para un cobarde. Salta.
- Espera, quiero saber qué pasará ahora.
- No lo sé, nadie vuelve del sitio al que te diriges. Sea tranquilo o no, ya agotaron su última jugada y no hay marcha atrás.
- Pero es que... No puedo más...
- Entonces ya sabes qué has de hacer. Salta de una vez, !vamos¡
- Hasta la vista.
- Dime dónde tienes todo. Yo sigo jugando.
- Ahí, debajo de la cama. ¿No te preocupa lo que vaya a pasar ahora?
- Ya me has demostrado lo que vales. Lo que pudiera procuparme ya no es más que una lejana ilusión.
- Voy a saltar.
- Adiós.
- Porque nadie juega limpio, es una mierda.
- Si no fuera así, no tendría emoción.
- No quiero emoción, quiero estar tranquilo.
- La única forma de estar tranquilo es acabar de jugar a su debido tiempo. Pero quién sabe, igual si interrumpes la partida tengas suerte.
- Está bien, qué me propones.
- Ahí tienes la ventana.
- ¿No me deseas suerte?
- No tengo deseos para un cobarde. Salta.
- Espera, quiero saber qué pasará ahora.
- No lo sé, nadie vuelve del sitio al que te diriges. Sea tranquilo o no, ya agotaron su última jugada y no hay marcha atrás.
- Pero es que... No puedo más...
- Entonces ya sabes qué has de hacer. Salta de una vez, !vamos¡
- Hasta la vista.
- Dime dónde tienes todo. Yo sigo jugando.
- Ahí, debajo de la cama. ¿No te preocupa lo que vaya a pasar ahora?
- Ya me has demostrado lo que vales. Lo que pudiera procuparme ya no es más que una lejana ilusión.
- Voy a saltar.
- Adiós.
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