11/27/2007

Merece la pena esforzarse por superar un reto, y merece la pena cumplir una promesa. Merece la pena esculpir silencios con palabras y observar tu seriedad, con la que intentas disimular cuánto te estás cansando de estar en esa posición. El temblor de tu brazo te delata. Son necesarios los segundos que separan nuestras bocas, para que pueda echarte de menos en esos veinte centímetros. Es necesario oírte reír cuando te hago caer sobre mi colchón.

También era importante intentar aquello, porque ahora me he dado cuenta de qué puedo conseguir. La dedicación de estos días me otorgará la visión que tanto he esperado.


Mi capacidad perfectamente encuadernada en un montón de páginas, y el título que acordamos deseando ver la luz. Espero no ser de una sola cosecha, para que en mi memoria no se llenen de polvo las estanterías donde guardar los recuerdos de tus abrazos y caricias. Para que siempre haya títulos que prometer y promesas que cumplir.

Merece la pena, también, dar las gracias.

1 comentario:

Soñadora Empedernida dijo...

Tienes un que que va sin tilde, escritor.
=)


Merece la pena leer. Aunque ese esfuerzo sea más efímero que el de crear un mundo de palabras. Sea satisfacctorio.
Y que esas palabras llenen de esta manera.



Y puedes. Ahora más que nunca.
:*