1/21/2007

Como conclusión final, la actitud es lo que cuenta. Si bien la aptitud ayuda a la construcción de un cambio, o de un lo que sea, la actitud es la base, la cimentación fundamental sobre la cual se erigirá el edificio de nuestra existencia, de nuestras ambiciones y logros.

Puede parecer idealista pero cada uno, en la medida de lo posible, elegimos nuestra propia miseria. Debido a ello he decidido llevar a cabo una revolución, un cambio radical, una alteración crítica que convirtiese lo que soy en lo que quiero ser.

No vale de nada desear no estar triste si no se hace algo por remediarlo; es inútil esperar que un sueño revelador acuda a mis horas dormidas para guiarme en el próximo paso, en el qué hacer. No hay soluciones gratis ni logros sin esfuerzo. No hay calma sin intranquilidad ni se puede aliviar, verdaderamente, el dolor sin llanto.

Todo, absolutamente todo, necesita de una inversión para la obtención de un beneficio. Es mejor no esperar a que las cosas cambien si puedes cambiarlas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Whi!!! tienes toda la razón ^^, revolucionémonos :)