11/18/2005

Que no sé qué escondes tras esa sonrisa. Si el secreto, o el deber, de dejar que guarde la ilusión mientras piensas que aún soy un niño y debo creer aún en la magia de ciertas cosas que creo sagradas. No sé qué piensas cuando sonríes así; si piensas que eres más oscuro que yo y por eso te ríes de mi ingenuidad o sencillamente te ríes o sencillamente no lo haces.

Tras esos ojitos marrones que cambian con la luz. No sé qué pretendes decirme, con ese gesto de tu rostro, mientras guardas silencio. Porque me da la sensación de que te crees tan listo que me dejas por imposible hasta que crezca un poco y el tiempo, o la experiencia mejor dicho, me espabile.

Y entonces es cuando te odio si sé que piensas eso. Y yo me río entonces y te insulto y te digo que tú sí eres tonto, arrogante y toca cojones. Mientras me pregunto qué es lo que escondes tras esa sonrisa y me doy la vuelta y detrás de mí solo queda un espejo que observa cómo mi reflejo se aleja atravesando la puerta y apagando la luz.

3 comentarios:

Andrea dijo...

La crueldad de juzgarse a uno mismo...

Rubbens dijo...

Veo que lo comprendiste. Me alegra. Cruel o no... Depende de la dureza con la que lo hagamos, en mi opinión claro.

rebeldesincausa dijo...

quien es qualsevolnitpotsurtirelsol¿?