5/09/2006

Ha cruzado la puerta y al otro lado observa la oscuridad que ha dejado atrás. Un paso, o dos, por delante marcan la diferencia abismal de nuestra ignorancia.

Una poesía maldita, un cantar apócrifo, un verso ruin. Pero nosotros nos quedamos y el contemplar las almas errantes convirtió nuestros corazones de viva miel en resina seca, en lacra del pino de tronco azul y copa de esmeralda.

Está donde es, somos donde no está.

No hay comentarios: