10/08/2007

Una criatura intermedia mediando entre dos mundos pero pudiendo acceder solo a uno. Las fronteras de ambos territorios están a cada uno de sus lados aprisionándolo entre el conocimiento de lo posible y de lo no recomendable. Se mantiene en vilo, aunque constante y fuerte, sonriendo ante la adversidad y la ineludible certeza de que ahí no debe introducirse.

"Ni un paso más", repite para sus adentros. Y se queda ahí quieto, mirando, observando cómo se desarrolla la vida al otro lado de esa línea imaginaria pero claramente definida. Temblando desde las falanges hasta los globos oculares reprime gotitas de cristal que pujan por resbalar hasta sus labios.

Continuará en su mundo, tranquilo como hasta ahora, recordando el hecho innegable de que hay lugares a los que no se puede llegar. Llora por dentro, pero al mismo tiempo se alegra de poder contemplar algo tan hermoso. No es para él, pero sigue siendo algo bello.

Así que suspira y se dispone a hacer lo que sabía que antes o después tendría que realizar. Con ojitos de despedida lanza una mirada cargada de emoción hacia un territorio lejano pero al alcance de sus dedos. Aunque tampoco quiere hacerlo sabe que debe resignarse ante lo incambiable.

Sabe que tantas veces como pruebe a tocarlo tantas se tornará polvo. A pesar de ser consciente de que no debía visitó, sin visado, el lugar del que ahora se exiliaba voluntariamente. Hubiera querido quedarse pero su auténtico lugar lo reclamaba para sí. Solo para sí. Un sitio de sueño y palabras, de miradas dormidas y ojos despiertos.

No obstante tampoco puede negarse que de vez en cuando volverá a las puertas, viendo al otro lado, como un perro a los pies de la cama de su amo. Esperando. Esperando en vilo, constante, fuerte. Complacido por haber visto algo tan hermoso que es bello aunque no sea para él.

Aún hay tiempo para todos y para él para soñar. Por eso ahora se da la vuelta, con el gesto serio y sereno, para emprender el camino hacia su parcela, su auténtico emplazamiento. Y cuando entre sonreirá para sí, y no dejará de hacerlo cuando vuelva la vista atrás, hacia el lugar del que acaba de marcharse.

Le encantaría poder desplegar unas poderosas alas para sobrevolar todo su reino.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

genial, como siempre aunque hay algo que no encaja...
siempre se puede llegar a todo, sólo hay que esforzarse (:

XxX

Anónimo dijo...

Poder tal vez se pueda pero... Hay sitios, en momentos, a los que no se debe entrar ni llegar.

Asias annita. =)


Muack.