4/26/2007

Está claro, no sé cómo he llegado aquí pero es donde me hallo. En esta explanada solo veo tierra y tres figuras oscurecidas por el contraste de la luz de un Sol que no se ve pero se intuye, o al menos se presupone. Desde aquí alcanzo a distinguir, no muy lejos de mí, una esfera enorme y difuminada. No parece la Tierra, sin embargo me llama con fuerza, algo me dice que eso es mi hogar...

Todo está rodeado de una luz rojiza levemente tiznada de marrón anaranjado, como un atardecer eterno. Las sombras no se mueven. Una despliega sus alas, otras sigue de rodillas y la tercera se mantiene en pie, sin decir ni hacer nada, como a la espera de mi palabra. Pero me giro y observo de nuevo esa esfera.

Es tan distinto... Huesos esponjosos de vapor lo cubren todo ahí, dejando entrever cicatrices de azul. Y eso azul es el cielo. Parece absurdo, cuando lo ves desde donde estoy, pensar que Dios se hospeda en ese lugar. El Paraíso pierde importancia; ahora el cielo no es más que una pequeña línea que separa lo interior de lo infinito.

No hay nada aquí, salvo una visión privilegiada y tres sombras a las que no me atrevo a acercarme; pero sin duda este es el lugar idóneo para colocar un trono. No parece haber nada aquí o allá. Solo una inmensidad del color del sílex...

Pero corro. Sin detenerme hasta el borde de la explanada. Seguramente el espacio que me separa de la esfera sea insondable. Sin embargo salto, me atrae, me recoge, y despierto. Ya no hay explanada, ni sombras esperando que vaya hacia ellas. Tan solo huesos esponjosos de vapor y cicatrices de azul.

También el recuerdo de este sueño extraño y el sentimiento de saber que Dios no está en el cielo sino que se encuentra en una explanada desde la cual la tierra parece una esfera difuminada, rodeada por una inmensidad rojiza levemente tiznada de marrón anaranjado en la que el Sol no se ve, pero se cree que está. Ahí no se es bueno o malo, simplemente se es o no se es.

Espero volver... Pronto. Las sombras me estaban esperando y aseguraban que ese también era mi lugar.

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