2/16/2007

Seas amigo o desconocido quiero que al leer esto solo tengas en cuenta mi objetivo, escribir la carta, testimonio, o como quieras llamarlo, más bonito que se haya escrito en la vida...

Ahora mismo hay una sensación sobre mi cuerpo que me oprime el corazón. Se apoya sobre mis hombros y me arropa de frío, dejándome mirando a un vacío más allá de lo imaginable. Estoy triste y no sé cómo dejarlo atrás. Me gustaría poder describirlo de forma precisa porque solo así podríais entender qué es lo que se revuelve desde mi espíritu hasta mis vísceras.

Desearía tener la habilidad de poder transportaros al lugar donde me encuentro, poderos transmitir esta sensación de pesadez e impotencia que me deja sosteniendo su mirada en una fotografía, atrapada en su hermosura desde el día mismo en el que se hizo hasta el final de los tiempos, cuando mi memoria muera, para que pudieráis comprender por qué me resulta tan difícil avanzar.

Solo busco poder deshacerme de esta senda acabándola de recorrer. Pero no puedo forzar los acontecimientos porque el olvido no obedece a la voluntad. Quiero salir de aquí cuanto antes aunque tengo que ser paciente. No es fácil.

Indago en el fondo de mi cuerpo y en la superficie del alma borrando las fronteras entre ambos para ver si soy capaz de tener una palabra para cada uno de vosotros. Solo una palabra con la que haceros estar en calma y paz a través de todo esto. Intento llevaros luz a través de mi tormenta.

Algún día, tal vez, pueda llamaros por vuestro nombre y entregaros la combinación de sílabas que cada uno de vosotros despierta en mis escritos. No pierdo la fe en que todo esto sea un recuerdo, el recuerdo del paso necesario para crecer.

También hay algo que se junta, que se adhiere a lo anteriormente descrito. Me iré, dentro de unos meses, pero ya siento que os echo de menos. No puedo evitar el pensar en todo lo que tengo que dejar atrás, en el sacrificio inexorable que deberé realizar en el momento exacto para conseguir lo que ahora creo es mejor para mí.

El punto positivo, desde luego, es que si ya me duele es por lo mucho que os siento. Vuelvo al encabezamiento de este texto y reconozco que lo he intentado aunque dista mucho la ambición del logro. Supongo que queda demasiado por reír y llorar aún, toda la vida por vivir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno,ahora que tengo tiempo voy a escribirte un comentario un poco más largo de lo habitual. La verdad es que el texto me ha llegado al corazón,y no es broma. La verdad es que tu futura marcha a mi también me duele, pero bueno,te vas siendo un chavalote y volverás hecho todo un hombretón.De todas formas,el saber que te podremos ver los fines de semana también anima. De todas formas no importa la distancia,sabes que siempre estaré ahí para lo que necesites(siempre y cuando no sea sexo).El que estés triste es normal, pero si miras la parte positiva es que esto te ayudará a desarrollarte como persona,además de que recibirás la formación universitaria que tú quieres. Bueno si tengo algo más que decirte te lo diré en persona.Saludos y,por supuesto,muuuuchos abrazos.