8/09/2005

Por sinceridad

Por sinceridad y ser sincero estoy a punto de perderte. A veces me paro en el tiempo, miro hacia atrás, y pienso que quizás hubiera sido mejor besarte. Hubiera sido tan fácil mentir, sin embargo no hubiera sido noble.

Ser sincero ha sido sinónimo de suicidarme, pero si no lo hubiera hecho hubiera cometido un crimen peor. Acaso hay algo más doloroso que el engaño? Quizás, a corto plazo, la verdad. Mas luego quizás cambie.

Aún así no es justo tratar de monopolizar el dolor, pues aunque no haya culpables sí hay dos víctimas. Tanto tú, como yo. Si hace unos meses yo fui el más feliz del mundo, ¿por qué no se me ha permitido seguir siéndolo? No lo comprendo, no lo controlo y aún así me siento culpable e impotente.

Qué vamos a hacer ahora? Jugar a odiarnos quizás, y eso me da miedo. Ahora igual piensas que hubiera sido mejor no enterarte, pero estoy seguro de que hubiéramos acabado por destrozarnos la existencia el uno al otro. Ahora me odias, me tienes rabia y eso me entristece, pero dime una cosa, ¿hubieras preferido que siguiéramos estirando algo hacia ningún lugar?

Puede que esto tenga que suceder para que podamos encontrarnos más adelante. Puede, incluso, que haya cometido el peor error de mi vida pero si no hubiera hecho lo que hice, te hubiera hecho más daño aún, aunque ahora creas que eres tú sola quien sufre.

A pesar de que aún seamos niños me duele el corazón como si me lo rasgaran con hojas de papel en cortes finos y rápidos; la congoja se agolpa en mi tabique nasal y crea un turbulento torrente de lágrimas. Me recuerdan a ti tantas cosas. Sin embargo no puedo luchar contra ellas, porque no quiero.

Si me quitase tus regalos, tus fotos, tus dibujos, te estaría quitando de mí y eso sí que no podría soportarlo. No, no trates de reprimir las lágrimas, cuando ya haya pasado todo, los dos dejaremos de llorar. Sin embargo quiero que sepas que todo lo que me recuerda a ti me hace feliz.

Hay hechos que nunca cambian, ni siquiera los cambia el tiempo, como para que los cambiemos los propios humanos. Contigo aprendí a amar, aprendí a luchar por lo que quería. Te quiero, pero no de la misma manera. Lo que más me duele es que esas lágrimas lleven mi nombre y los cristales de las ilusiones hechas añicos. Pediré perdón por ello, suplicaré que me perdones, mas no puedo obligarme a sentir.

Eres mi mejor amiga; mi confidente. Conoces todos mis secretos, mis miedos, mis aciertos, mis fallos, mis fallos más grandes. Sabes sin titubear qué es lo que más me gusta, así como lo que más odio. Odio que me odies, pero no puedo obligarte a sentir como yo siento ni como me gustaría que la gente sintiese.

Pero te repito que no creas que sólo tú sufres. Para mí siempre vas a ser Mi Luna, la irremplazable, entonces, pensarás, ¿por qué dejaste de quererme? Yo te quiero, pero no igual; no he dejado de quererte, pues si lo hubiera hecho me daría igual que te fueras de mi lado. Sin embargo ya no te necesito de la misma manera, pero eres absolutamente imprescindible para mí.

Ya no hay miedo en tus ojos. Al menos, yo ya no lo veo. Porque ahora sólo veo rabia. Pensarás que por qué me resigno a lo que siento. Porque sé que luchar contra los sentimientos es batalla perdida. No creas que lo hago por mi propio beneficio, no es así y tú lo sabes, es porque sé que hubiera sido peor obligarnos a vivir algo que no era cierto.

Quiero que sigas siendo mi mejor amiga. Porque la amistad es verdadero amor imperecedero. Te conocí, fuimos novios y mientras tanto te convertiste en la mejor de mis amigas...Igual, pero quién sabe cuándo, volvemos a encontrarnos... No sé qué será lo que cambie, pero primero me encantaría que fueras mi mejor amiga y, luego quizás, mi mujer, mi eterna niña.

No crees nada de lo que te digo, puedo sentirlo. Sin embargo tú sabes que lo que digo es cierto porque me conoces mejor que cualquiera, mejor que todos. Y sabes que por tu felicidad yo bucearía en los ríos de la tierra de Hades. No lo digo por decir, tampoco es literal, quiero que sepas que por tu felicidad soy capaz de muchas cosas. No de todas, porque sólo soy un miserable, y además humano.

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