10/05/2008

Se crea de la nada, a sí misma, en el toque milagroso y especial de esa canción, no una cualquiera sino esa particular que todo el mundo tiene, o en el momento increíble en el cual se revive el pasado, trayendo de nuevo al corazón, conduciendo los sentidos hacia algo viejo que resurge en el ahora.

Está en la sublimación del espíritu, en un momento de perfecta sincronía entre dos cuerpos, mecidos en el mismo impulso, en la misma corriente, en un único océano.

Se crea así, entonces, siempre a sí misma. Como la luz de lima en las luciérnagas, emerge radiante y suspendida, en la respiración, en cuanto de longevo tiene un jadeo, la maravilla.

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