9/04/2007

Es un lugar de parada obligada para las almas en tránsito al cielo. Es un lugar de parada obligada a los cuerpos cuyo sitio aún está entre los mortales. Ubicado donde Aragón ve nacer a los Pirineos este pequeño asentamiento se levanta en el fondo del valle rodeado de montañas. Un verde oscuro que se traga todo el gris acumulado en tu carne y en tu mente; paredes de roca blanquecina que dan cobijo a carroñeros y rapaces de majestuoso vuelo.

Respetado por la carretera que lo bordea en sus calles bulle la actividad de la que, en unos meses, solo guardarán secretos las piedras de las paredes y los cantos de un río que sufrirá el castigo del mes de julio. Paredes que se ven, ya, azotadas por un viento de soledad que únicamente ansía escuchar, de nuevo, el griterío juvenil de cuantos nos juntamos ahí para compartir el privilegio de tener un lugar específico en el seno de sus recovecos.

Recovecos, esquinas y callejones que en mi mente se antojan laberintos de color e historia. No puedes caminar sobre su suelo sin escuchar las leyendas que acuden a tu mente desde las sombras que el sol o la luna proyectan dependiendo de a qué hora te entregues al paseo. Bellísima luna que juegas entre las nubes baña de plata los balcones de mi casa, de la fachada en ruinas que anhela la salvación de quien la comprenda.

¿Qué cuento me dedicas hoy, hada bajada del bosque esmeralda que parecerá negro y metal si a Selene se le escapan los litros de plata que en su resplandor guarda? Regálame esa bóveda de estrellas que tanto echaban de menos estos ojos emocionados de verte; dame la oportunidad de ver cruzar el cielo a las lágrimas de algún dios que sobrevuela los tejados de este pueblo.

Todo el año amándote en silencio que ahora, sin abrir la boca, expresaré sonriendo mientras inspiro el olor sagrado a espliego, romero y tierra mojada. En invierno nos vemos, de nuevo, esta mi tierra amada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sin duda increible, el mejor lugar del mundo...cargado de historias..XD Con gnas d volver a ese lugar maravilloso
Peke