10/24/2005

Sin duda el peor de los engaños al cual los seres humanos nos sometemos no es otro que la palabra "Siempre".

Siempre, culpable de que cuando algo no es eterno nos sintamos inmensamente culpables. Siempre, una promesa infiel una realidad amarga. Es un desafío al tiempo que tarde o temprano el Destino, la providencia o quien sea, se lo toman a nivel personal y es entonces cuando algo ha de tocar a su fin.

No hay peor engaño que decir algo por siempre. Sin embargo siempre hay grados, porque no es lo mismo decir "seré el mejor por siempre" que decir "te amaré por siempre" puesto que el segundo caso implica dos corazones.

Pero el ser humano es estúpido por génesis. Se envalentona cuando la sangre se le agolpa en el pecho y le laten las sienes de euforia. Se alegra cuando se sabe débil y sabe que tiene un pecho a su lado en el que poder refugiarse cuando la vida se le caiga encima.

El humano, tan inocente en algunos términos que resulta simpática. Desafiando al mundo, a la propia Naturaleza que nos dio vida, y sin embargo tan simple que nunca llega a conocerse a sí mismo. Pero qué hacer cuando sentimos que nos tiemblan las piernas al pensar en alguien, o que se nos acelera algo dentro del cuerpo cuando recordamos que tenemos algo que hacer y que nos llena de ilusión.

En seguida recurrimos a decir siempre. El tabú de los tabúes, un peligro más allá de lo que puede ser admitido como peligroso. Un riesgo a correr, pero de todos modos... De qué coño sirve una vida sin riesgo.

De nada en absoluto... Después de todo, cuando va cayendo la tarde te das cuenta de que lo importante del día es saber qué has sido capaz de aprender. Seguramente con la vida pase lo mismo... Cuando atardezca en la vida de cada uno y tiemble el aliento en nuestro paladar, al igual que el fuego en una vela, lo único importante sea recordar que tuvimos la suerte de aprender cosas inolvidables, de experimentar cosas inolvidables, con personas que siempre recordaremos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola wapo! Me alegro mucho de que, por fin, hayas vuelto a escribir. Ya echaba de menos leer algo en condiciones.
Bueno, y a ver qué pasa con nuestras poesías, no? A ver si alguno de los dos tenemos suerte... Jeje :P
Venga, un besazo